Ideales para un flujo ligero, están elaborados con suaves telas certificadas que no dañan tu piel, son impermeables, transpirables, súper absorbentes y gracias a su efecto siempre seco, tendrás esta misma sensación mientras los utilizas, tienen alitas con dos broches en una de ellas para asegurarlo a tu prenda y su ajuste sea perfecto. No guardan malos olores, son suaves y cómodos. Para lavarlos, utiliza el detergente para toallas femeninas de tela de Lubella, con este, aseguras su buen funcionamiento y alargas la vida de los mismos; o bien, puedes utilizar cualquier detergente biodegradable. Aprovecha el momento de la ducha para hacer un prelavado con unas gotas de detergente y tallándolos suavemente entre sí mismos y sin restregar, enjuaga y deja secar. Cuando tengas suficientes pantiprotectores prelavados, mételos a la lavadora con una o dos gotas de detergente por cada uno, tiende a la sombra. No utilices cloro, suavizantes de telas, jabón de barra, vinagre o productos con óxido de zinc.